La Piedra Bruta y Cúbica.
- RLS.·. Heracles
- 12 abr
- 3 Min. de lectura
Introducción
Desde tiempos inmemoriales la piedra, la roca, la montaña ha sido objeto de admiración por el ser humano. La piedra ha sido transformada para uso y beneficio de la humanidad. Ha sido empleada para distintos fines, tales como empedrar caminos, construir refugios, crear esculturas o levantar templos.
Para ello, es necesario que esta piedra bruta sea expuesta a un constante trabajo manual, en el que se emplean distintos tipos de herramientas, para que, eventualmente, esta piedra en bruto, se transforme en piedra cubica que pueda ser utilizada en la construcción y edificación del templo que el arquitecto busca erigir.
En masonería, la piedra bruta hace referencia a una metáfora que simboliza el estado del iniciado, lleno de defectos y potencial sin desarrollar. Por otro lado, la piedra cubica representa la perfección que se busca alcanzar por medio de un proceso de trabajo ético constante. Este artículo aborda de manera general, el simbolismo de estos términos y su aplicación en la vida cotidiana.
Desarrollo
El punto de partida para cualquier empresa o viaje, necesariamente implica el saber o conocer en donde estamos. No es distinto en masonería. El camino para iniciar con el pulimiento de la piedra en bruto, es por medio del autoconocimiento. Este autoconocimiento, contiene varios aspectos fundamentales, tales como: reconocer y entender nuestras emociones, identificar las fortalezas y áreas de mejora, comprender cual es el motor de nuestra vida, el ideal que buscamos para nosotros y los demás, es decir la motivación, entre otras.
Este proceso de autoconocimiento, al interior de la masonería, se representa a través de símbolos específicos, que nos ayudan a la comprensión y el desarrollo personal, como guía para el autodescubrimiento, el cual emplea entre otras, herramientas, tales como la integridad, la veracidad, la trasparencia y la autenticidad, que nos conduce hacia el perfeccionamiento moral y espiritual.
Sin embargo, estas herramientas requieren de una guía o dirección, la cual es proporcionada y gobernadas por la ética. Esta, como rama de la filosofía, se encarga de observar los principios, valores y normas que guían el comportamiento humano, determinando qué es correcto o incorrecto, bueno o malo, justo o injusto. Su objetivo es guiar a las personas en su actuar en el contexto de las diferentes situaciones que se presentan, buscando con ello vivir de manera armoniosa y respetuosa dentro del grupo social al que pertenecen.
Este principio, durante el proceso, nos conduce hacia la perfección moral y espiritual, sin embargo, implica ser sincero, veraz y de integridad, en pensamientos, palabras y acciones, actuar con ética y honestidad y no engañar a los demás, pero, sobre todo, no engañarnos a nosotros mismos.
Sin embargo, se requiere que este trabajo ético se realice a cada momento y situación que se presente, dentro y fuera de Logia, pero, aun mas importante, cuando no somos observados ni juzgados por nadie más, ya que en esas situaciones, es cuando se manifiesta de forma indiscutible, el trabajo personal y reflexivo.
Conclusión
El proceso de transformación de la piedra bruta y cubica, al igual que el trabajo que realizan los arquitectos constructores para que esta sea de utilidad, requiere de trabajo personal, permanente y consiente. En este trabajo se emplean las herramientas del autoconocimiento, la constancia y la integridad, guiados y gobernadas especialmente por la ética.
Es por ello, que este proceso de transformación personal se considera como aquel que demanda de manera consiente, la devoción completa del masón, conducido y gobernado, por la ética, que a su vez brinda las pautas de comportamiento que se deben manifestar en cada situación que se presente. Algo importante a resaltar, se refiere a aquellas situaciones en las que nadie nos observa o no somos juzgados, ya que es ahí, donde se observa de forma contundente, la manifestación de la piedra cubica.
Al trabajar en nuestro carácter y en nuestro comportamiento, no solo nos convertimos en mejores individuos, sino que también contribuimos a un entorno más sano, fuerte, beneficioso para nosotros mismos y quienes nos rodena. La masonería es ese espacio en el que por medio de simbolismo, esoterismo y sobre todo trabajo individual consiente, partiendo desde la Piedra Bruta, definida, tal como lo menciona Albert Pike, “una piedra tal y como sale de la cantera, en su estado basto y natural” y llegamos la Piedra cúbica entendida como “una piedra preparada por las manos de un obrero y modificada por las herramientas”, para llegar a convertirnos en arquitectos de nuestro propio destino, transformando nuestra piedra bruta en una piedra cubica, obra maestra de integridad y honestidad, útil a nosotros mismos y a los demás.
Comments